Aquí les dejo una nueva entrada... ;)
Lo que iba a ser una divertida fiesta de pijamas para niños de entre 12 y 14 años en Brisbane (Australia) se convirtió en una terrorífica pesadilla.
Todo iba bien hasta que hacia la medianoche alguien llamó a la puerta de la casa donde los chavales, sin ningún adulto a la vista, celebraban el evento. Abrieron y se encontraron con Brett Hayes, un vecino de unos 50 años. Hayes pidió a los niños que algunos de ellos salieran con él 'a dar un paseo'. Por supuesto, los niños se negaron y le dieron con la puerta en las narices.
Pero eso no fue suficiente para el tipo. Brett marchó a su casa y al cabo de unos minutos volvió a la puerta portando un cuchillo de 30 centímetros, dando vueltas a la casa y gritando que alguien de los que había dentro 'debía morir'. Así pasaron los chicos, aterrados, unas largas tres horas.
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